El proyecto consistió en la restauración integral de un edificio residencial dañado por bombardeos enemigos.
Se desmantelaron los elementos de emergencia y se sustituyeron las estructuras dañadas por otras nuevas. Se reforzaron las paredes, se restauraron los techos y el tejado y se reconstruyeron los conductos de ventilación para garantizar un intercambio de aire adecuado.
La fachada se rediseñó casi por completo, se instaló una capa de aislamiento térmico y se sellaron las juntas entre paneles. Esto mejoró notablemente el aspecto y la eficiencia energética del edificio. También se restauraron los balcones y sus cerramientos.
La renovación incluyó la reconstrucción de los interiores de las entradas y los pasillos comunes. Se renovaron los revestimientos de paredes y suelos y se instalaron nuevas puertas de entrada y barandillas. También se ha cambiado el sistema de iluminación y suministro eléctrico para adaptarlo a las normas modernas.
Gracias a un planteamiento global, conseguimos no sólo que el edificio volviera a estar operativo, sino también mejorar significativamente sus características funcionales y operativas.