Típica "Stalinka" de la década de 1950, sufrió importantes daños al comienzo de la guerra en 2022. Su restauración supuso un importante reto arquitectónico, ya que el edificio está situado en el centro histórico de Járkov, una zona con un ambiente arquitectónico ecléctico.
El proyecto de reconstrucción prevé la creación de una fachada moderna que complemente visualmente el carácter arquitectónico de la calle. En lugar del aspecto sin fachada del edificio soviético, éste presenta líneas más claras, elementos verticales estructurados y una gama de colores coherente. La combinación de tonos claros y oscuros acentúa la austeridad de las formas, mientras que el uso de materiales modernos garantiza la durabilidad y la eficiencia energética.
El sótano tiene un revestimiento acentuado que da al edificio una sensación de estabilidad y masividad. Como resultado, el edificio se integra armoniosamente con los edificios históricos vecinos sin crear disonancias.
El proyecto también tiene en cuenta la ordenación del territorio adyacente: se han renovado las zonas peatonales, se ha pensado en los espacios verdes y en la iluminación, lo que aumentará la comodidad y la seguridad del espacio urbano.